¿ESTAS ESTANCADO EN LOS DETALLES?

Cuando Lo Pequeño Es Demasiado Grande.

Aunque no haya sido tu propósito, en alguna época de tu vida has aplicado la microgestión. Hay tareas que de una u otra manera requieren de toda tu atención en cada paso y en cada pequeño detalle. Desafortunadamente, sin importar cuál es tu labor profesional, si la microgestión se extiende más de lo necesario reducirá la productividad, disminuirá las posibilidades de crecimiento y finalmente limitará para alcanzar el éxito en cualquier proyecto.

microgestión

Observemos el porqué de la microgestión y cómo podemos evitar mantenernos en ella más de lo necesario.

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En general la microgestión se define como el control excesivo prestando atención extrema a los pequeños detalles. Ya sea que este control sea en una persona o en una situación, si se centra en examinar cada detalle de forma exhaustiva y obsesiva se afectará el desempeño además de la productividad.

Uno de los cuadros que tengo en mi oficina dice “La diferencia entre el fracaso y el éxito es la media entre hacer algo casi bien y hacerlo exactamente bien” – Edward C. Simmons. Cada vez que leo esta frase viene a mi mente lo trabajoso que a veces es delegar tareas a otros cuando creemos que solo uno mismo puede hacerlas bien.

Este fue precisamente uno de los retos que tuve cuando comencé a establecer grupos de líderes de servicio en el estado de la Florida. Nuestro objetivo era proporcionar la estrategia, el material adecuado y el entrenamiento para crear o mejorar tanto los ministerios de niños como de jóvenes. Durante los primeros meses yo cubría todos los pasos; luego a medida que crecían los grupos de voluntarios y entrenadores fui delegando las diferentes tareas de este proceso.

¿Qué es lo que nos lleva a la microgestión? Veamos algunos de las causas principales en que la microgestión se aplica y cómo podemos evitar mantenernos en ella:

  • La duda sobre la aptitud de los nuevos líderes. La microgestión es una tendencia natural con respecto a los nuevos miembros del equipo. Es un hecho que aún no tienen la experiencia o el conocimiento necesario y necesitan dirección.

    La mejor manera de manejar este proceso es proveer el entrenamiento adecuado, la mentoría y el coaching necesarios para apoyarlos solo cuando ellos así lo necesiten. Así gradualmente el nuevo líder no requerirá tanta supervisión.

  • Crisis. Es común que en tiempos de dificultades se intensifique la microgestión a través de procesos específicos de inspección. En una crisis es vital establecer los posibles desperdicios, los errores o malos entendidos en los procesos y sistemas de la organización.

    Una auditoría o revisión minuciosa permiten establecer cómo la crisis afecta la calidad y eficacia de un proyecto. Puede que sea necesario extender este tipo de revisión minuciosa mientras se supera la crisis. Pero como mencioné, no debe extenderse por largos periodos de tiempo ya que es poco provechoso.

  • Resultados no esperados. Cuando un proyecto fracasa, es normal revisar detalladamente lo que se ha hecho o no. Una de las primeras áreas que se evalúa en detalle es la delegación de funciones.

    Al comenzar cada proyecto es necesario tener claro lo que se va a delegar, el objetivo bien definido y las limitaciones específicas; de esta manera se evitará la continua supervisión. En la mayoría de proyectos una reunión semanal o mensual es suficiente para evaluar el proceso y los resultados.

  • Inseguridad personal. En este caso la microgestión es más un proceso interno que externo de quien supervisa o está liderando. No solo está relacionado con los rasgos de personalidad, sino con la transferencia o el mantenimiento del poder.

    La mejor manera de solucionar este problema es a través del crecimiento personal y profesional que permiten mejorar la capacidad de liderar y así de cambiar el enfoque hacia los demás.

    El líder da a los demás miembros del equipo seguridad y confianza. Elogia sus éxitos y delega las tareas que les otorga poder y responsabilidad. Liderar para evitar la microgestión es lo ideal.

  • El no saber delegar. Es elemental entender lo que realmente significa delegar a otros y como se debe realizar. Esto es uno de los fundamentos del trabajo en equipo.

    Una de las herramientas fundamentales en este proceso es el entender la personalidad de cada miembro del equipo para ayudarles a tener éxito en sus fortalezas y así maximizar su potencial.

En tu experiencia: ¿Que otros motivos podrían llevar a practicar la microgestión?

Como puedes observar, hay momentos en los cuales es necesario revisar y evaluar minuciosamente cada gestión para maximizar los recursos y poder extender nuestro potencial.

Sin embargo, si la microgestión está basada en las inseguridades personales o la falta de entendimiento para delegar, se convierte en una actividad excesiva y descontrolada con negativas consecuencias. Las cuales van desde la pérdida de la innovación, la confianza y la motivación de los miembros del equipo, hasta la baja productividad y el crecimiento empresarial.

A nivel personal la microgestión conlleva a la pérdida de recursos, se convierte en la base de las excusas diarias y finalmente en la inhabilidad para alcanzar las metas.

No permitas que la microgestión disminuya tu capacidad de lograr tus metas. Hablemos de cómo el Coaching Ejecutivo puede ayudarte a lograr un alto nivel de productividad.

Pregunta:  ¿Estás practicando la microgestión?