Las personas de diferentes culturas que pertenecen a un equipo de trabajo, pueden reaccionar de distintas maneras en frente al conflicto. Algunos reducirán sus reacciones al uso de un tratamiento silencioso, mientras que otros podrían optar por defenderse. Dichas reacciones dependerán en cierta medida de la personalidad del individuo, pero también están condicionadas a su panorama cultural y origen.
Observemos por qué el conflicto no siempre es algo malo, las habilidades clave que se necesitan para manejarlo y los elementos que pueden ayudar a disminuir estos conflictos dentro de un equipo multicultural.